En la segunda mitad del siglo XX la personalidad de la isla cambió por completo y para siempre, convirtiéndose en un destino turístico exclusivo y natural, alejado del bullicio y la comercialidad de otros lugares vacacionales. Pero no podemos olvidar –y no queremos olvidar- que esta fue y será tierra de agricultores y pescadores, y que los productos que dan esta tierra y este mar son igual de maravillosos que sus playas. En el Centro Artesano ‘Antoni Tur Gabrielet’ se encargan de recuperar y mantener esa memoria, a modo de centro de interpretación, con aperos, herramientas, técnicas ya casi desaparecidas por el progreso en el campo.
Además, este centro abierto en 2011 con fondos Feder sobre el antiguo Cuartel de la Guardia Civil –que estaba en un estado ruinoso-, funciona como mercado payés donde poder comprar alimentos de la tierra: hortalizas, frutas y verduras ya célebres como nuestros cítricos, calabazas, lechugas, puerros… Y también vinos locales y embutidos artesanales. ¡Tienes que probarlos!